Los primeros cinco libros del Antiguo Testamento son comúnmente llamados el Pentateuco. Estos libros relatan la historia de la nación de Israel desde la creación hasta su preparación para la conquista de la Tierra Prometida. Pero, ¿es el Pentateuco simplemente el relato histórico del pueblo elegido de Dios? O ¿es algo más? Esta serie explora los libros de Génesis a Deuteronomio, examinando por qué fueron escritos, qué significaron para su audiencia original y cómo deberíamos responderles hoy en día.

En esta primera parte del estudio del Pentateuco, se presenta una introducción, y después un análisis de Génesis 1:1-11:9. 

La adoración es esencial para la vida cristiana. De hecho, es el objetivo de la vida cristiana. Como ha escrito John Frame, “La redención es el medio; la adoración es la meta. En cierto sentido, la adoración es el objetivo de todo. Es el propósito de la historia, el objetivo de toda la narrativa cristiana. La adoración no es un segmento de la vida cristiana entre otros. La adoración es toda la vida cristiana, vista como una ofrenda sacerdotal a Dios. Cuando nos reunimos como iglesia, nuestro tiempo de adoración no es meramente preliminar a otra cosa; más bien, es el punto de nuestra existencia como el cuerpo de Cristo”. (Adoración en Espíritu y Verdad, p. 11) Si lo que Frame ha escrito es cierto, es importante que los líderes cristianos comprendamos la naturaleza de la adoración cristiana, así como también cómo guiar al pueblo de Dios en la adoración.